miércoles, junio 18, 2008

Into the Wild (Hacia rutas salvajes)...


No intento hacer una crítica de cine. Simplemente hoy sentí ganas de pensar en voz alta. Es que hay películas que resultan ser tan emotivas que quedan en tu mente mucho más que las 2 horas que duran…

Sean Penn logró transmitir tras la dirección y guión de Into the Wild, toda la valentía, el coraje y los cojones que tuvo un joven de 20 años para huir de lo que consideraba una sociedad sucia, llena de mentiras que van matando el alma de quienes son parte de ella. Una sociedad gobernada por el vil dinero, ese mismo “dios” que destruye la esencia natural del hombre, que lo lleva a aproblemarse, a olvidarse de sí mismo, a jalarse el pelo con furia, a no dormir en las noches y, finalmente, a morir.

Un joven con su mochila, un libro de Tolstoi, otro de sobrevivencia natural y lo puesto, deja un futuro promisorio por un futuro real, el que él quería.

No creo, personalmente, que Sean Penn tuviera más objetivo que dejar un mensaje radicado en el corazón y en la mente de cada espectador de esta peli, al menos eso quiero creer de un hombre que siempre me ha maravillado con su arte… Yo, al menos, no he dejado de pensar… Hasta me he sentido cobarde… Siempre he manifestado que no quiero que mi vida tenga como objetivo producir dinero, no me interesa ser una abogada admirada por el país entero, no me interesa tener una casa ostentosa ni tener joyas valiosas en mi cuello. Por eso he repetido mil veces que si se pudiera vivir del trabajo natural, sin imposiciones capitalistas exacerbadas, sólo con el esfuerzo de mis manos y mente y el amor, siempre tan necesario, lo haría… Pero probablemente no me atrevería a hacerlo en verdad, y no es porque me guste el dinero, es más, cada vez que pienso en él nace una extraña sensación en mí, quizás angustia, al ver que lo que llamamos “mundo real” gira en torno a la variación del dólar, al precio del cobre, al petróleo del oriente medio, y que el país se desespera porque la UF sube, el IPC se desborda, el precio del combustible ya es un chiste al que todos le conocen el remate… pero dejar todo lo que incluso fortuitamente se ha transformado en una presión, como la familia que quiere ver en uno su propia proyección de ellos mismos, es extremo. Y entonces pienso que lo realmente importante “debe ser” extremo. No sería valiente una decisión de esta envergadura si no fuera extrema.

La peli estuvo todas las semanas ahí por meses, dispuesta a formar parte de mi filmoteca pirata, pero nunca la tomé en mis manos ni leí la reseña. De pronto, después de un tiempo, estaba en mi poder gracias a mi flakis. La traje a mi casa y la vi junto a mi mamá. Resulta ser que mi vieja jamás ve una peli entera, es realmente la peor compañía en ese aspecto, pero nos quedamos hasta las 2 de la mañana absolutamente consumidas por la pantalla. No le quito mérito al resto de mis elecciones cinematográficas, pero esta peli quedó instantáneamente dentro de mi top 10… Las pelis unen a la gente. Al pensar en ellas, piensas también en qué lugar la viste, con quién, quién te la recomendó…

No hay buena peli sin una buena banda sonora y ésta no es la excepción. Sean Penn no sólo escribió y dirigió esta película, además de todo eso, hay algo que la hace aún mejor…

Desde chica, cuando me creía una chica grunge con camisa escocesa, jeans rotos y zapatillas de lona, moría por Pearl Jam. Al crecer un poco, dejé de ser sólo un chica grunge que escuchaba bandas “grunge” y comencé a apreciar verdaderamente el arte tras el artista y lo que provocaba en mí.

No podía ser más perfecto… Eddie Vedder, junto a otros músicos, fueron los encargados de darle música a esta historia, y en verdad escucho a Eddie mientras veo a este joven caminar hacia rutas salvajes, y el corazón se me comprime hasta generar una extraña sensación en mi pecho. Estuve emocionada de principio a fin… Eddie estaba emocionado al escribir cada letra, no me cabe duda. Se conectó a lo natural, a lo verdaderamente natural…

No me interesa contar nada más de la historia, quizás ni siquiera sea del gusto colectivo, sólo quisiera reproducir una de las tantas reflexiones que quedan en mi memoria "LA VERDADERA FELICIDAD DEBE SER COMPARTIDA"...

3 comentarios:

Claudia dijo...

me encanto tu comentario, espero ver la pelicula para tener una perspectiva mas amplia de esta.

Anónimo dijo...

Quizás este comentario no lo leas nunca puesto que lo encotré de casualidad.
Soy una jóven de 25 años, de Argentina, y la verdad no lo puedo creer. No puedo creer que una película una a tantas personas sin darnos cuenta. Es una realidad... y es incréible cómo me siento reflejada en cada cosa que ponés.
Vi la película gracias a mi hermano mayor... hace 3 días y no dejo de pensarla.
Ya escribí acerca de ella pero lo dejé en mi compu...
si algún día lo querés...te lo paso por mail.
Saludos!

Y ojalá seamos Supertramp por momentos... Ojalá podamos serlo en algún momento...

Almatina dijo...

La verdadera verdad debe ser contada,
cierto es
pero
no sólo la verdadera verdad
sino la verdad a secas
nuestra verdad
licuada del cedazo de nuestras vidas
somos explicaciones subjetivas
de espejos caleidoscópicos
que reflejan micromundos,
millones de universos
que componen un espejo del universo
que se parece
un poco
a la explicaión de la eternidad
como protones y neutrones
vacíos de nuestras células
que componen nuestros cuerpos compactos