domingo, marzo 16, 2008

Mutación

Las viejas murallas de ladrillos asomados, con la pintura desteñida y los vidrios en el borde. La casa de madera celeste que se cae hacia el lado izquierdo. El olor a las veredas húmedas. Los gritos eufóricos de quienes juegan una pichanga de barrio en la cancha de tierra, dejando una polvareda que oculta todo... De pronto todo aquello se esfuma más rápido de lo que mis pies avanzan... En cambio aparece el cemento, modernos edificios con sus correctos jardines, como si la ciudad cambiara deliberadamente a mis espaldas ¿o será que fui yo quien cambió?

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