jueves, julio 26, 2007

Sólo sé que nada sé...

Se me casó mi amiga, cumplí 26, nació mi sobrino, ufff… cosas que me han hecho pensar…
Alguna vez le dije al Claudio que me sentía negligente… como que he ido dejando pa’ un rato más el momento de definir mis posiciones en la vida o lo que pienso en verdad. Pero resulta que mañana podría morir y no quisiera terminar mi existencia sin tener algo claro al menos.
No sé si no creo en Dios o creo en él, pero no lo entiendo. No me gusta la idea de acatar sin entender razones, no me gusta la idea de sentirme probada a cada rato, es como si una cámara oculta te siguiera todo el tiempo esperando pillarte en alguna maldad… En cualquier momento verán mi cara en primer plano en la pantalla de la tele, culpándome por no querer donar el peso pa’l Hogar de Cristo en el súper o pirateando música o películas…
No tengo ganas de sentirme juzgada, así que simplemente hago las cosas sin mirar al de atrás en la fila. Total, él no conoce los motivos de mi negativa, no sabe si soy una buena o mala persona…
No tengo ganas de entender todavía por qué hay tanta injusticia en el mundo, por qué la gente muere en el medio oriente, por qué Bush sigue mandándose pastelazos con impacto mundial o los flaites sigues asaltando a gente que se saca la mugre trabajando todo el día y se banca dos horas en el transporte público, más una hora en el paradero con mil grados bajo cero… Me da lata, porque todos tienen respuestas demagógicas y la demagogia es una verdadera lata para estos efectos… "Que debemos superar las malas experiencias para recibir recompensas"… lo siento, pero no me basta. No entiendo nada de eso.
Aún no me defino en mi convicción espiritual… Siento que poco a poco dejo de creer en Dios, pero a la vez me siento espiritual o al menos conectada con el lado espiritual de las cosas, con la naturaleza, con un amanecer, con las estrellas en el Valle de Elqui, etc…
Soy exploradora de magia, la he encontrado varias veces, aunque por momentos… Me gusta viajar, incluso con mi imaginación. Me gusta planear, aunque no siempre concrete mis planes, porque planear es creer en algo y es seguir soñando…
Tampoco sé si creo en el matrimonio, no sé si le temo o no lo comparto… y resulta que se casó mi amiga del alma y entonces pensé en el tema… Creo que a ella le sienta bien estar unida eternamente con alguien, su rostro estaba lleno de luz el día de su matrimonio y me siento feliz por eso, porque también sentí todo el amor que su novio le tiene, aunque no sé si me sienta a mí, al menos por ahora…
Y así, no tengo una postura definida en los que yo considero “temas importantes”. No sé si si me identifico con alguna doctrina política. Creo que más bien me gusta ser librepensadora.
También he dejado de creer en la vida después de la muerte, me he ido convenciendo de que sólo me transformaré en algún tipo de otra materia orgánica, en algún fertilizante natural que servirá para que algo más crezca o en polvo de estrellas, quién sabe…
Todo esto no es una queja, o tal vez lo es, pero en tal caso es una queja hacia sí misma, porque no me conformo con esas ideas que quizás me permitirían vivir "más en paz"…
Sí me siento agradecida de muchas cosas, amo a mi familia y a las personas que para mí son incondicionales, eso sí que es claro en mi vida… A ellos sí los siento presentes y puedo abrazarlos, sentirlos, reír con ellos, o simplemente estar, porque están siempre…